El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down
(A/RES/66/149 
). Esta fecha elegida no es causal, ya que el 21-3 (mes 3, día 21, nos recuera la triplicación del cromosoma 21, llamado comunmente “Síndrome de Down” lo que provoca un grado variable de discapacidad cognitiva y unos rasgos físicos particulares que se asocian al trastorno genético.
Con esta celebración, la Asamblea General quiere aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. También quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
Enlace externo http://www.un.org/es/events/downsyndromeday/
El incendio de una fábrica de camisas de Nueva York, en que murieron 146 personas, marcó la lucha por los derechos de la mujer.
El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue declarado por la ONU en 1975. 
Dos años después se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. En Estados Unidos se celebra oficialmente solo desde 1994, a pesar de que en aquel país se encuentran los orígenes de esta conmemoración. ¿Por qué ese día?
La explicación más verosímil se enmarca en plena revolución industrial: el 8 de marzo de 1857, un grupo de trabajadoras textiles decidió salir a las calles de Nueva 
York para protestar por las míseras condiciones laborales. Sería una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Distintos movimientos y sucesos se sucedieron a partir de ese episodio, que sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo. Este año, Google se ha sumado a la celebración con un ‘doodle’.
El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, sin embargo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes que tenían entre 14 y 23 años.
Fue el desastre industrial más mortífero de la historia de la ciudad y suposo la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en EEUU. Según el informe de los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Los trabajadores no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos.
Todas las comunidades autónomas, a excepción de Cataluña, son emisoras y receptoras de historia clínica electrónica. Jorge Soler, portavoz sanitario de Ciudadanos en el Parlament, asegura que “no hay voluntad política de compartir ese tipo de información”
“La historia clínica pretende garantizar a los ciudadanos y a los profesionales sanitarios el acceso a la información clínica relevante para la atención sanitaria desde cualquier lugar del Sistema Nacional de Salud”.
Con esta afirmación, el diputado de Ciudadanos, Francisco Igea, cuestionaba a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, por qué Cataluña aún no ha incluido la información sanitaria en la Historia Clínica Digital del Sistema Nacional de Salud (HCDSNS).
En la misma línea se mostraba hace unos días el portavoz sanitario de la formación en el Parlament de Cataluña, Jorge Soler, quien en declaraciones a ConSalud.es apuntaba que no se trata de que esta región “esté retrasada” sino que, más bien, “no hay voluntad política de compartir ese tipo de información”, cuando se trata de “una cuestión sanitaria que beneficia a los catalanes”.
“No hay voluntad política de compartir ese tipo de información”, cuando se trata de “una cuestión sanitaria que beneficia a los catalanes”
En este sentido, el médico y diputado por Lleida reprochaba actuaciones en materia sanitaria llevadas a cabo por anteriores “gobiernos independentistas” que habrían provocado que Cataluña se haya quedado atrás en algunas cuestiones con respecto a otras comunidades, como la citada historia clínica o la receta electrónica.
Hay que recordar que la historia clínica electrónica (HCE), una relación de datos informática obtenida por los profesionales sanitarios para orientar o determinar el diagnóstico del paciente. La observación directa del paciente, los interrogatorios y las pruebas específicas o de laboratorio son algunas de las vías por las que se recaba la información de los ciudadanos que acuden a consulta.
El Sistema Nacional de Salud cuenta con los datos clínicos digitales de un total de 36.180.108 ciudadanos españoles
Entre las múltiples ventajas de este procedimiento destacan aspectos como el ahorro significativo de tiempo y costes o la capacidad del sistema para evitar duplicidades. Sin embargo, el principal atributo de la historia clínica electrónica es su acceso compartido a todos los sanitarios. Así, profesionales tan dispares como un médico de Atención Primaria, un enfermero o un cardiólogo pueden disponer de los datos actualizados y pormenorizados de cada paciente.
En el último informe de situación, emitido en noviembre de 2017 por la institución que dirige Dolors Montserrat, se expone que el Sistema Nacional de Salud cuenta con los datos clínicos digitales de un total de 36.180.108 ciudadanos españoles. En otras palabras, todas las comunidades autónomas, a excepción de Cataluña, son emisoras y receptoras de HCE. Así, los servicios autonómicos de Salud y Sanidad actualizan permanentemente una base de datos central de referencias de pacientes.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Tu playlist para el parto: las mejores canciones para dar a luz
La música tiene una influencia vital en nuestro estado de ánimo. Una buena selección de canciones puede ayudarte en el trabajo del parto.
En las maternidades actuales, cada vez más mujeres se llevan sus canciones al parto. 
Les resulta relajante, les ayuda a concentrarse, a conectar con ellas mismas y con sus parejas y a aislarse del movimiento y los ruidos de alrededor.
Las contracciones, la espera, empujar, esperar, viene la contracción, coger aire, volver a empujar…
El parto tiene su propio ritmo y es un momento de gran intensidad emocional, en el que el dolor, los miedos y los nervios conviven con la alegría por el inminente nacimiento del bebé.
Spotify, creó‘Birthding Playlist’, con el ginecólogo Jacques Moritz, para acompañar a las mujeres en el nacimiento de sus hijos.
Lo que el Dr. Moritz explicaba en su momento es que “La música influye fuertemente en nuestro sistema nervioso límbico, que maneja nuestra memoria, nuestras emociones y cómo lidiamos con nuestros temores y sufrimiento”.
