El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha elevado a 167 el número de casos de infección por Zika confirmados en España, 22 de ellos en mujeres embarazadas y nueve más que los 158 registrados hasta la semana pasada, entre los que se incluye el primer caso autóctono de transmisión por vía sexual detectado en la Comunidad de Madrid.
El resto, según el último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica publicado este lunes 4 de julio, han sido detectados en personas procedentes o que habían visitado países afectados, por lo que se trata de casos importados.
Los expertos destacan el salto de calidad que ha supuesto para la investigación y el tratamiento del cáncer mamario hereditario el hecho de poder hacer secuenciación masiva del código genético de las pacientes.
La comunidad científica tiene ante sí el reto de ahondar en el conocimiento del 10% de los tumores de mama provocados por alteraciones genéticas que se transmiten de una generación a otra y que aumentan el riesgo de que la enfermedad aparezca en varios miembros de una misma familia, tal y como se ha puesto de manifiesto durante la 9ª Revisión Anual GEICAM de Avances en Cáncer de Mama (RAGMA), organizada por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por el Medical Research Council Unit con sede en Gambia (África), el Grupo Internacional de Nutrición de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical (Reino Unido) y un equipo de científicos delBaylor College of Medicine en Houston, Texas (EE.UU.) ha determinado que la dieta de una embarazada es clave en un gen que influye en el sistema inmunitario y en el riesgo de cáncer para el niño. El estudio ha sido publicado en la revista Genome Biology.
Un método diseñado en el Instituto de Oncología Vall d’Hebron, en Barcelona, predice la evolución de la enfermedad a partir del análisis genómico del tumor primario.
El pronóstico y el tratamiento de las pacientes con cáncer de mama metastásico del tipo hormonosensible –en el que el tumor crece estimulado por la acción de hormonas como el estrógeno o la progesterona– se había basado en variables como la edad de la paciente, el tipo de metástasis o las terapias previas administradas. Ahora, un estudio publicado en la revista JAMA Oncology demuestra que los patrones genómicos del tumor marcan la evolución y predicen el pronóstico de las mujeres con este tipo de cáncer.
Los ratones a los que se administró sobrevivieron durante un promedio de 63 días, más del doble del tiempo de vida de los ratones en el grupo de control.
Un nuevo compuesto prometedor parece impedir un proceso que aviva el cáncer de mama en ratones, un descubrimiento que podría tener implicaciones en el tratamiento de una serie de tipos de cáncer. En la parte superior de un cortocircuito en la proliferación de células cancerosas, un nuevo agente que los investigadores llamaron Fasnall también contribuye a la muerte de las células cancerosas existentes, según informan científicos de la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Duke, en Estados Unidos.
